La percusión es el arte de producir sonidos mediante la manipulación de diversos instrumentos o accesorios, como timbales, platos, xilófonos, entre otros. A través del ritmo, la dinámica y la coordinación, los percusionistas crean un tapiz sonoro que puede variar desde ritmos simples hasta patrones complejos e intricados.

Aprender a tocar percusión es beneficioso por varias razones.

Primero, desarrolla la coordinación entre manos, pies e incluso otras partes del cuerpo, como los hombros del tronco y los ojos, ya que muchos instrumentos de percusión requieren movimientos precisos y coordinados. Esto puede mejorar la destreza física y la conciencia corporal. Además, la percusión también fomenta la concentración y la capacidad de mantener el ritmo, puesto que los percusionistas deben seguir un patrón rítmico mientras mantienen la sincronización con otros músicos en un grupo. Esta habilidad de concentración puede ser transferible a otras áreas de vida, como el estudio y el trabajo en equipo.

Tocar percusión puede ser muy divertido y gratificante. La sensación de conectar con el ritmo y producir sonidos poderosos puede ser una experiencia muy satisfactoria y enriquecedora, que puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.